Inicio. La portada del álbum Fausto, el primer disco que compró la XELA. Foto: Fonoteca nacional Por Juan Carlos Talavera
LA CRÒNICA DE HOY
Culturas
La Fonoteca Nacional rescató la colección musical de la radiodifusora XELA, un acervo único con más de 80 mil obras de música sinfónica, de cámara y un amplio repertorio vocal, contenidas en 16 mil 446 discos originales de 33 y 45 revoluciones, entre las que se descubrieron interpretaciones únicas y consideradas invaluables, informó a Crónica Álvaro Hegewisch, director de dicha institución.
Considerada una colección exclusiva por su alto valor de curación, “seguramente enriquecerá el patrimonio histórico y cultural de México”, aseguró Hegewisch, quien adelantó que el acervo está integrado por numerosas ediciones no comerciales de grabaciones de conciertos transmitidos en vivo por Radio Nederland y otras poco conocidas de importantes figuras como Luis Herrera de la Fuente, Eduardo Mata y Candelario Huízar.
“El valor de esta colección es incalculable y permitirá recuperar parte de la memoria musical del siglo XX en el país y la posibilidad de que ésta sea accesible a los melómanos especializados y al público joven”, aseguró.
18 GRADOS. La historia de la XELA comenzó con un grupo de amigos que se juntaron a escuchar música clásica, luego decidieron coleccionar LP’s y finalmente decidieron adquirir una frecuencia para difundir su material, así el 5 de julio de 1940 iniciaron las transmisiones de la XELA bajo un lema: “Buena música desde la ciudad de México”.
La emisora, considerada pionera en el género, transmitió ininterrumpidamente durante 62 años hasta su desaparición el 1 de enero de 2002.
Su cierre desató polémica y numerosas críticas ante los argumentos ofrecidos que desembocaron en su comercialización, para dar paso a una estación diametralmente distinta: Estadio W 830 y más tarde Radio Capital, como se conserva hasta ahora.
Entre los programas recordados de la emisora están: La hora sinfónica corona, que transmitía obras alrededor de las 15:00 horas; Misa dominical con piezas de cantos gregorianos; y Discoteca del coleccionista, que transmitía grabaciones exclusivas de grandes compositores. Adicionalmente existieron espacios de apreciación musical, dedicados a compositores mexicanos, la música barroca, sacra y solistas destacados.
El material ahora se encuentra resguardado en las bóvedas de la Fonoteca Nacional a una temperatura de 18 grados centígrados y 40 por ciento de humedad relativa.
JOYAS MEXICANAS. Cuando la estación dejó de funcionar, muchos se preguntaron por el destino de su acervo y durante años se creyó perdido, algunos especularon que había sido comprado o destruido. Sin embargo, en 2008 la familia Fernández Prieto reconoció que había resguardado el material en una bodega.
El material, reconoció Álvaro Hegewisch, estaba apilado en cajas de cartón y en general su estado de conservación fue aceptable, aunque algunos LP’s resultaron dañados, con rajaduras, roturas y desprendimiento de pedazos, que en su momento serán restaurados, dado que el disco de vinil es un soporte estable y menos vulnerable, a diferencia del disco compacto”, apuntó.
La colección XELA, detalló, cuenta con discos donados por intérpretes y compositores mexicanos, entre los cuales muchos de éstos no han sido reeditados en CD, y se considera que podrían ser utilizados como versiones únicas para su posterior edición, detalló Álvaro Hegewisch.
Entre las joyas musicales descubiertas están los títulos emblemáticos de intérpretes mexicanos como la versión del “Concierto para violín” de Brahms, bajo la dirección del director Luis Herrera de la Fuente; “La Suite Iberia” de Albéniz, interpretada por el pianista Miguel García Mora, en la legendaria serie Musart.
De Candelario Huízar, uno de los grandes orquestadores mexicanos, está la versión de sus obras “Pueblerinas”, “Sinfonía 4 Cora” y “Sinfonía 2 Ochpaniztli”, dirigidas por Francisco Savín al frente de la Orquesta de Jalapa.
También están algunas grabaciones de la cantante María Bonilla, cuyas grabaciones son atesoradas por coleccionistas, como su disco de versiones líder de Schumann, Brahms, Wolf y Schubert.
Y del connotado director mexicano Eduardo Mata se han encontrado grabaciones en vivo de conciertos realizados en Holanda, como “La alborada del Gracioso” de Ravel, “La Rapsodia sobre un tema de Paganini” de Sergei Rachmaninoff.
Sin embargo, reconoció, estos descubrimientos son el inicio de un primer acercamiento al material.
IMPAGABLE. Una de las virtudes de esta colección es que gran parte de su material fue tocado solo una vez, pues la política de la estación fue adquirir y resguardar el material original, y en sus emisiones sólo utilizaban grabaciones en cinta de carrete, explicó Hegewisch.
Otra ventaja, reconoció, es que el material no fue enajenado por algún particular, ya que esto seguramente habría dificultado su acceso, y seguramente su costo lo habría hecho impagable, detalló.
Este material permitirá, en su momento, su digitalización total a 96 Khz por 24 bits, rango utilizado para la preservación, al cual tendrá acceso el público en la Fonoteca. “de tal suerte que será posible escuchar a Eduardo Mata, uno de los grandes compositores mexicanos, con grabaciones hasta ahora inconseguibles”, apuntó.
Por ahora, explicó el funcionario, el material se encuentra en una bóveda y se está realizando la identificación del material para conocer las joyas que contiene.
El primer disco de la colección corresponde a la ópera “Fausto” del compositor francés Charles Gounod, interpretada por Eugene Conley y Eleanor Steber, en una producción de la Metropolitan Opera Association.
Pero a simple vista el acervo musical deja ver discos de Franz Shubert con Wilhelm al piano; la “Sinfonía no. 5 en E menor” de P.I. Tchaikovsky bajo la dirección de Leopold Stokowski; o “The Goldenberg Variations” de Johann Sebastian Bach con Glenn Gould al piano.
Entre tanto, en la página web de la Fonoteca Nacional se encuentra un inventario preliminar, pero en cuanto concluya el análisis del material se anunciarán todos sus tesoros, afirmó.
Finalmente Álvaro Hegewisch afirmó que hasta el momento aún está pendiente el convenio formalizado con quienes tienen los derechos del material, por lo que no se sabe si se firmará como donación o comodato.
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