Ciudad de México (18 mayo 2010).- Atormentado por sus fuertes ataques epilépticos y ante su inminente divorcio, Ian Curtis, líder de Joy Division, tomó una soga, la ató al techo de la cocina y, horas después, fue hallado colgado al interior de la casa número 77 de la Calle Barton, en Macclesfield, Inglaterra.
Curtis tenía 23 años aquel domingo 18 de mayo de 1980, y hoy, a tres décadas del suceso, en la memoria de sus allegados y miles de fans perdura la que fue una de las historias de rock más dramáticas y, a la vez, fascinantes.
Peter Hook, bajista de la banda y quien recibió la noticia esa misma mañana, dice que lo que prometía ser una prolífica carrera quedó cortada de tajo por sorpresa, y reconoce que las oscuras letras de Curtis ya dejaban indicios de lo que podía suceder, pero nadie hizo caso.
"Si uno analiza las letras de muchas canciones de Joy Division, ahí estaba todo. Ian nos indicaba, en cierto modo, lo que pasaba en su interior, aunque por fuera no pudiésemos verlo claramente, por inexpertos. Lo teníamos ahí y fuimos sordos al mensaje y a sus letras", comenta Hook, en exclusiva vía telefónica desde su casa en Mallorca.
"Yo estaba desayunando y recibí una llamada telefónica en la que un oficial de policía me dijo que Ian se había matado. Colgué y continué mi desayuno. Le dije a mi entonces pareja que Ian había muerto. Como verás, éramos muy chicos, tardé mucho en reaccionar y comprender lo que había pasado. No asistí a su funeral, y quizás, ahora que lo veo mucho tiempo después, me arrepiento por ello".
Los integrantes de Joy Division estaban eufóricos de cara a su primera gira en EU luego del gran éxito en Europa, pero la nube que los envolvió tras el deceso de Curtis tuvo un efecto extrañamente inverso.
El culto por el hombre del baile frenético se multiplicó en varios países, y, según Hook, la vivencia se transformó en uno de los hechos más entrañables del rock.
"Cómo pasa el tiempo. Es difícil creer que 30 años después yo estaría hablando contigo al respecto. Ian era un tipo alegre y talentoso, mientras estuvo con nosotros gozamos de una química impresionante, unión, liderazgo... Nos entendíamos a ojos cerrados, y Joy Division pudo ser una de las bandas más grandes de la historia. Aun así, lo fuimos pese al corto tiempo (cuatro años). Tienes que estar en el lugar y tiempo correctos.
"Siempre fue interesante preguntarnos cuántas veces morimos como banda desde que se dio lo de Ian. Podríamos decir que morimos en varias ocasiones porque las ideas cambian y uno debe seguir al corazón. Su fallecimiento se asemeja a una llanta ponchada que arrastramos durante mucho tiempo, hasta que pusimos aire y continuamos. No niego que, en algún sentido, la pesadilla permanece", comenta, en alusión a la posterior transformació n en New Order, una de las agrupaciones más importantes en los 80 y 90.
Justo este año Hook rinde tributo a su amigo con una gira en la que expone completo el álbum Unknown Pleasures, debut de Joy Division, en 1979.
"Nuestra actitud y fe cambiaron tras la muerte de Ian, hubo una especie de diversión que simplemente fue creciendo con los años. Es muy común en las bandas pensar que uno debe continuar pese a las circunstancias, y eso hicimos, aunque es difícil equilibrar pasado y futuro. No somos el primer grupo al que le pasa esto ni el último, es parte de la vida y de la música. Crecimos muy unidos, en torno a esa intimidad, es lo que nos tocó experimentar y lo asumimos".
En la lápida de Curtis se lee: "Love Will Tear Us Apart", el mayor hit del grupo. Deborah, su viuda, pidió que se inscribiera el nombre de la canción aun cuando la letra alude a la infidelidad de Ian y el fin de su relación.
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