Eran las 6 y había que salir con anticipación de San José por el tráfico, así que solo hubo tiempo para unas tortas vietnamitas y un jugo de coco.
El tráfico a la altura del Candle Stick se hizo más pesado y a la hora de entrar a San Francisco era más pesado aún. Por fin llegamos al barrio japonés con buen tiempo y a unos cuantos metros estaba el Fillmore, templo de la música que ha visto desfilar al más alto calibre musical.
A la entrada, y verificando que nadie portara armas, una negrita sandia al aproximarse a mi dejó su aroma “weedozo” de hace no uno, si no de más de cien conciertos.
Ya adentro nos apoderamos de una de las cuantas mesas disponibles que estaban al lado derecho del escenario, y unas bebidas no caían mal, aunque lo que cayo mal fue el precio: $10 dólares por un vaso de vino! ...con eso me compro una botella y me dan cambio!
Eran las 8:15 y salió el 1ero de la tarde: “She Wants Revenge” con buena música, buen sonido, pero carentes de energía, simplemente se pararon, tocaron y dejaron al último lo que ellos llaman "sus rolas para bailar", y si, entre ellas estaba “Out of Control”.
Ahi el vocalista aprovechó para bailar sus únicos pasos de la noche, tal cual péndulo de reloj. También exclamó un: órale! a ustedes si que les gusta pegarle a esa hoja verde!
Terminaron sus rolas bailables, agradecieron los aplausos y ellos mismos desconectaron y cargaron sus instrumentos musicales.
El segundo de la tarde fue: “Psychedelic Furs” ..el furor, el humo y el olor subieron de intensidad. Richard Butler salió enfundado en un traje negro que incluía chaleco y una sudadera que se ajustaba en el dedo pulgar, hizo una caravana y agradeció los aplausos. El recital inició con “Love My Way” y su famosa línea: "You can never win or lose If you don't run the race" y de ahí Richard no paró de bailar, inclusive entre canción y canción, parecía David Byrne en semáforo de la ciudad de México, esperando el siga para continuar corriendo.
Por otro lado, Tim, cual tradicional bajista, se paró en una esquina y simplemente cantaba cada una de las canciones y hacia caras a los fans detrás de sus gafas obscuras.
Los 2 tipos muy carismáticos con su publico.
Continuaron desfilando: Heaven, Heartbreak Beat, Until She Comes, India, In My Head, The Ghost in You, All that Money Wants y otras.
Los momentos màs notables fueron: President Gas, donde el saxofonista tocó magistralmente màs de un solo, y Pretty in Pink donde el griterío, el humo y el olor crecieron exponencialmente con el afán de que todo luciera en rosa.
Lo negativo fue la falta de punch en los teclados, los cuales, no se incorporaron bien en ninguna canción.
En ciertos momentos Richard se acercaba a los fans, les cantaba y estrechaba sus manos, agradeció más de una vez la oportunidad para regresar a San Francisco y dejó contentos a todos sus fans.
Aquí una probada lo que se vio y escucho:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario