EFE
El Universal
MADRID Lunes 17 de mayo de 2010
En uno de los momentos más turbulentos de su agitada historia, los Rolling Stones se refugiaron a mediados de 1971 en una casa del sur de Francia para crear su obra maestra, "Exile on Main Street" , un doble álbum que vuelve a publicarse ahora con diez temas inéditos.
Los Stones habían escapado del Reino Unido acosados por el fisco y encontraron cobijo en "Nellcôte" , una villa alquilada en Villefranche- sur-Mer (Costa Azul) por el guitarrista Keith Richards, quien en aquellos días pasaba por uno de sus períodos de mayor adicción a la heroína.
No eran las mejores condiciones para acometer su décimo álbum de estudio, pero de la fecundidad de aquellas sesiones de grabación dan cuenta las canciones adicionales incluidas en la edición especial del disco, cuya versión remasterizada se pone a la venta mañana.
Temas como "Pass the wine (Sophia Loren)" , "Dancing in the light" y "Good time women" no desentonan en absoluto en esta nueva edición al lado de las dieciocho canciones publicadas en "Exile on Main Street" en 1972.
Entre las diez canciones nuevas, que fueron encontradas durante el proceso de reedición del álbum, figuran versiones alternativas de "Soul survivor" y "Loving cup" , incluidas en la edición original del disco.
Mick Jagger llegó a opinar que tal vez "Exile on Main Street" estaba sobrevalorado, pero el disco más largo de la extensa carrera de los Stones es también el más apreciado por la crítica y un fijo en las clasificaciones de los mejores álbumes de la historia.
El éxito del disco doble fue inmediato y debutó en lo más alto de las listas, impulsado por el single "Tumbling dice" , que apareció como adelanto de un álbum en el que compartía los momentos más destacados con temas como "Rocks off" y "Happy" .
La esencia de "Exile on Main Street" se destiló durante las largas noches que los Stones pasaron tocando en el sótano de la casa francesa de Keith Richards, donde mezclaron sus sonidos roqueros con el blues, el country y el gospel.
El productor Jimmy Miller, que había trabajado en los anteriores discos del grupo, acompañó en estas sesiones a Jagger y Richards, al por entonces segundo guitarrista del grupo, Mick Taylor, al bateristaa Charlie Watts y al bajista Bill Wyman.
El bajista era el más reacio de todos a aquel sistema de trabajo y, en realidad, participó sólo en algunas de las sesiones nocturnas, a las que se unieron el pianista Nicky Hopkins y el saxofonista Bobby Keys.
Tras las jornadas en la Costa Azul, "Exile in Main Street" terminó su proceso de elaboración en Los Ángeles y Nueva York, con Miller, Jagger y Richards y Don Was como productores.
Casi tres décadas después de su publicación, "Exile on Main Street" mantiene todo su poder como crónica de un periodo convulso, el que separó las décadas de los sesenta y setenta.
El disco sigue ofreciendo además la lectura del diario de un grupo de músicos que trataba de resistir el temporal que en ese momento arrasaba sus vidas agarrado al mástil del rock and roll.
La publicación de esta reedición coincide con el estreno de un documental que reconstruye la grabación del legendario álbum y que Mick Jagger tiene previsto presentar esta semana en el Festival de Cannes.
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