Es de risa leer como el Gobierno de México termina a pasos agigantados con la cultura del país, en esta ocasión le ha tocado al “narcocorrido”, con esto, no estoy queriendo decir que esté a favor o en contra del narcotráfico, simplemente me da risa porque esta nueva prohibición se ha basado en el hecho de mantener las “buenas costumbres” y evitar la “corrupción del lenguaje”.
Aquí es a donde se pregunta uno ¿y entonces que hacía un Adal Ramones en la televisión? si él mismo impuso la moda del “guey” y el “ca” (cabrón), a cuadro. De la misma forma, infinidad de locutores jóvenes en la radio comercial y televisión, también han impuesto su forma de lenguaje que va mucho más allá de las “buenas costumbres” que los medios de comunicación quieren aparentar.
Desde hace mucho tiempo, el “narcocorrido” ha estado prohibido o vetado en la radio comercial del país, sin embargo, “La Ley Federal de Radio y Televisión”, se contradice en sus artículos No. 5 y 63 que dicen así:
Artículo No. 5
“Las emisiones deben contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento de las formas de convivencia humana.”
Pero si todo el tiempo se la viven echándose unos a los otros. . .
Artículo No. 63
“Prohíbe todas las retransmisiones que usen un lenguaje soez o corrupto y las contrarias a las buenas costumbres, ya sea mediante expresiones maliciosas, palabras o imágenes procaces, frases o escenas de doble sentido que hagan apología de la violencia o del crimen”.
¿Somos, o no somos, un país libre y soberano?
Porque hasta el mismo ex Presidente Vicente Fox, manejó su campaña con palabras altisonantes y señas obscenas; López Obrador cada que aparece en los medios, insulta a alguien.
¿Y nos quieren venir a dar clases de moral a estas alturas? mejor deberían comenzar por lavar la ropa sucia en casa . . .
Han sido 71 emisoras del país sancionadas por difundir “narcocorridos”, un subgénero musical que pertenece a la música norteña que no busca moralizar el tema del narcotráfico, sino detallar las vivencias en las que se hallan involucrados los narcos, junto con ciertas virtudes, que los proyecta como hombres de poder, valientes, justos, astutos, temerarios y resueltos.
La dirección de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), que depende de la Secretaría de Gobernación, estableció sanciones a emisoras de los estados de: Sinaloa, Guanajuato, Distrito Federal, San Luis Potosí y Colima. Dichas sanciones estuvieron basadas en la “Ley Federal de Radio y Televisión”, emitida en el año de 1961.
Las sanciones se impusieron desde el 2003 a la empresa de medios “Enlaces Audiovisuales, de San Luis Potosí”. Álvaro González, director de RTC, ha considerado que el “narcocorrido” es una perversión del “corrido tradicional mexicano”, el cual, considera una especie de romance musicalizado.
Y entonces ¿a dónde queda aquel corrido mexicano conocido por muchos de nosotros como “La Cucaracha”?
Según la historia de México, contada por propios y extraños, esta canción viene de los años 1910 – 1914, y fue muy popular durante la “Revolución Mexicana” ya que se usaba como si fuera una especie de periódico debido a que los versos se relacionaban con lo que iba pasando en la lucha entre los Federales del Gobierno de Venustiano Carranza y las Fuerzas Rebeldes de Pancho Villa, incluso, los Federales mataron a mucha gente sólo por haberles escuchado cantar esa canción, que en la mayoría de sus versos, habla soezmente contra el Presidente Carranza, el Gobierno y el uso de la marihuana por parte de los mismos.
Y todos los corridos mexicanos se basaron, prácticamente, en lo mismo.
No cabe duda, en el ámbito de la libertad de expresión, no hay libertades absolutas, esa frase de: “país libre y soberano”, por desgracia a México le queda demasiado grande aún.
Lila Downs - La Cucaracha
No hay comentarios.:
Publicar un comentario