
El “Museo Nacional de Culturas Populares” (MNCP), situado en Coyoacán, al sur de la ciudad de México, realizó en días pasados un homenaje a la famosa curandera indígena, María Sabina, que en el siglo pasado atrajo a una multitud de figuras de la música en plena explosión hippie, tal fue el caso de los “Rolling Stones”, “Jim Morrison”, “Bob Dylan”, “The Beatles”, “Bob Marley”, Aldous Huxley y hasta Walt Disney, entre otros más.
El evento se basó en charlas con expertos de diversas nacionalidades, sobre los hongos sagrados que hicieron, de María Sabina, toda una figura célebre.
El presidente de la “Sociedad de Micólogos de Suiza”, Daniel Job, subrayó que los hongos utilizados por María en sus ritos, son antiogénicos (peyote), y gracias a ello es que se producen manifestaciones de dioses y ritos más místicos. Algunas de las personas tienen, aparentemente, visiones premonitorias y de ámbito religioso además de otras visiones sin sentido.
María Sabina nació en Huautla de Jiménez, Oaxaca, en 1894 y murió el 22 de noviembre de 1985 siendo una indígena mazateca conocida como la "sacerdotisa de los hongos" que atrajo hasta el lugar donde vivió a un sin fin de figuras internacionales. Era una persona humilde e incomprendida (por el camino que decidió seguir), que llevaba una vida simple. Se dedicaba a la siembra de maíz y fríjol en su terreno y no cobraba a sus pacientes, quedando a la espera de lo que cada persona pudiera darle.
María Sabina nació en Huautla de Jiménez, Oaxaca, en 1894 y murió el 22 de noviembre de 1985 siendo una indígena mazateca conocida como la "sacerdotisa de los hongos" que atrajo hasta el lugar donde vivió a un sin fin de figuras internacionales. Era una persona humilde e incomprendida (por el camino que decidió seguir), que llevaba una vida simple. Se dedicaba a la siembra de maíz y fríjol en su terreno y no cobraba a sus pacientes, quedando a la espera de lo que cada persona pudiera darle.
Otra de las participantes ahí presentes fue, Lourdes Pineda Casimiro, hija de una de las integrantes del “Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas”, el cual es reconocido por la ONU. Ella reveló que sus antepasados consumen los hongos llamados "Niños Santos" desde hace más de 7.000 años, aunque su uso ha ido variando con los siglos ya que en la actualidad esta tradición se ha unido con la religión católica y ahora se cree que esos hongos "vienen de la Madre Tierra y son el sudor del Señor depositado en la tierra para curación de todos los humanos".
Según su experiencia, curan el espíritu, además de enfermedades físicas y psíquicas. "Lo indispensable es que se tenga fe".
Sin proponérselo, María Sabina se convirtió en una celebridad nacional e internacional debido a su gran conocimiento en el uso de “hongos alucinógenos”. Es conocida en todo el mundo como una mujer sabia y exploradora, curandera, chamán o Chjota Chjine (la que sabe), por sus conocimientos basados en su interacción con los hongos sagrados conocidos como Teonanacatl, a los cuales, María los llamaba cariñosamente “angelitos” o “niñitos”.
María Sabina fue conocida en el mundo occidental gracias al investigador Robert Gordon y a su esposa Valentina Pavlovna, considerados los padres en el estudio de los hongos y quienes han escrito invalorables libros, estudiando entre otros, los usos de la “amanita muscaria”, los cuales, se representan mucho en los cuentos infantiles bajo las características de su sombrero rojo y manchas blancas. Gordon Wasson tuvo su primera experiencia con María Sabina en 1955, y a partir de allí, comenzó a publicar sus experiencias en revistas y libros, e incluso, realizó un disco que registra los cantos de María Sabina durante una ceremonia, este se titula: “Mushroom Ceremony of the Mazatech Indians of Mexico” del año 1957 y editado por. Smithsonian Folkways Recordings.
Otro de los libros escrito por Wasson, es titulado: "The Wonderous Mushroom"; uno de los hongos empleados en las ceremonias del "Hongo Sagrado", y el mismo que no había sido clasificado jamás, por lo que Wasson lo cataloga como “psilocibe wassonni”.
"Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo que está lejos, también cercano e invisible. Ahí es donde vive Dios, donde vive el muerto y los santos. Un mundo donde todo ha pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo habla. Tiene un idioma propio. Yo informo lo que dice. El hongo sagrado me toma de la mano y me lleva al mundo donde se sabe todo. Allí están los hongos sagrados que hablan en cierto modo que puedo entender. Les pregunto y me contestan. Cuando vuelvo del viaje que he hecho con ellos, digo lo que me han dicho y lo que me han mostrado." María Sabina…
Maria Sabina - Mujer Espíritu
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